Gracias a la comunidad de cambios de cuerpos, Lorenzo pudo cumplir su sueño y transferir su mente al de una mujer soltera, aunque un par de años mayor que él.
Para muchos hombres, la experiencia de perder su pene puede ser algo muy difícil de asimilar, pero para Lorenzo (ahora Lorena) era una fantasía hecha realidad ser parte del género femenino y amaba todo lo que por lo general resulta fastidioso para las mujeres. Aquí esta sentadita muy orgullosa haciendo pipí (después de hacer una fila par entrar al baño de mujeres) y no podía esperar para tener pronto su menstruación. Quién sabe, probablemente sí hay gente que nació en el cuerpo equivocado.
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